Barranco de La Virgen y Barranco de Rapador

Después de unos días de lluvia el municipio de Valleseco se muestra agradecido y el verde resurge más vívido cubriendo el paisaje.

El sendero comienza al final del tramo asfaltado de la GC-305, poco después de pasar la embotelladora del agua Firgas.

El inicio es por el tramo no asfaltado de esta carretera en ligero ascenso, adentrándose en el Barranco de la Virgen, donde pequeñas fincas y terrenos dispersos dedicados algunos al turismo rural y otros a la explotación agrícola, forman parte del paisaje.

En torno al Km 1, que ha servido de calentamiento, se abandona la carretera por un sendero bien señalizado que asciende a la derecha. Este tramo a primera hora de la mañana, mientras la luz del sol comienza a sacarle los colores al paisaje, es espectacular, y ofrece tal vez las mejores vistas panorámicas de toda la ruta.

El camino desemboca en El Lomo Negro y discurre por pista hormigonera hasta el camino Corvo. Luego un pequeño tramo por Carretera y de nuevo se retoma la pista de hormigón en el Camino de El Tablero.

Todo este tramo hasta pasado el Km 5, se desarrolla en ligero y permanente ascenso en lo alto de la ladera oeste del Barranco de la Virgen y el Barranco Oscuro.

Pasado el Km 5 se abandona el camino de El Tablero y se comienza a descender por el camino del Convento hasta alcanzar de nuevo el cauce del Barranco de la Virgen, por el cual discurre la GC-305, en este punto bastante cerca de Valsendero.

Tras cruzar el cauce asfaltado del barranco se comiénzanos nuevamente a ascender, en este caso por la ladera este hasta alcanzar las casas del barrio de Carpinteras primero y de Las Troyanas después. Desde lo alto se puede apreciar el valle fértil con multitud de terrenos dedicados al cultivo.

En este punto el sendero puede dar lugar a confusión, ya que el camino bordea un plantío junto a un muro de piedra por un camino poco transitado hasta la carretera que lleva al barrio de Monagas. La dirección puédenla ser contraintuitiva, ya que se aleja del Barranco de la Virgen hacia Monagas rumbo noreste.

Al llegar a Monagas, y tras pisar brevemente de nuevo el asfalto de la GC-307, por delante de una casa el camino se desvía para adentrarse en el barranco de Rapador, y ya va tomando una dirección más clara hacia el inicio.

Esta zona vuelve a ser frondosa, con abundante laurisilva, rincones que invitan a la exploración.

A ratos la senda avanza junto a una pared de piedra tapizada de musgo, helechos y veroles.

También pasa junto a las ruinas de un viejo pozo abandonado y junto a una acequia.

A finales de invierno o durante la primavera, la zona suele presentar una vegetación exuberante y durante gran parte del recorrido, el trinar de los pájaros y el zumbido de las abejas constituyen una bucólica banda sonora que resulta relajante.

Sin duda es un privilegio pasear y adentrarse en uno de los pocos lugares de Gran Canaria que todavía conservan el esplendor de la casi desaparecida laurisilva. No en vano, esta zona, se encuentra protegida e integrada en el parque Rural de Doramas.

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