El autor
Si un artista ocultara decenas de obras de arte en miniatura por toda una ciudad, cada una de ellas con una historia y un significado, ¿no sería un reto divertido y didáctico tratar de descubrirlas y conocer la historia que hay detrás de ellas? ¿No sería acaso una forma estupenda de recorrer esa ciudad y conocerla mejor a través del arte urbano? Pues esto es lo que ha conseguido el artista Mihály Kolodko con este proyecto personal en la ciudad de Budapest.

Acompáñame a lo largo de este post y descubrirás toda la información que he hallado al respecto y así podrías vivir esta aventura en primera persona.
Determinar cuántas mini estatuas de este artista hay esparcidas por la ciudad de Budapest es una tarea complicada y no hay una única fuente fiable a la que recurrir para averiguarlo. Además, se trata de un proyecto vivo, por lo que pueden seguir apareciendo nuevas esculturas en ubicaciones desconocidas. Así que te animo a que si averiguas algo más sobre estas enigmáticas y diminutas obras de arte que no esté incluido en este artículo, lo pongas en los comentarios y contribuyas así a ampliar y mejorar la información. Así que sin más, voy a empezar a contarte todas las que yo he encontrado y todas las que he podido averiguar que existen así como las historias que encierran e incluso su ubicación, por si no quieres perder el tiempo indagando e ir a lo seguro. ¡Incluso sabiendo la ubicación aproximada, no siempre es sencillo encontrarlas! ¡Y eso es genial en realidad!
Si quieres conocer su ubicación exacta basta con que hagas clic en el título de la mini estatua en cuestión.
A estas altura ya deberías saber que archifamoso Cubo de Rubik es un invento húngaro. Si no es así pues no te preocupes que ya te lo cuento yo. Ernó Rubik, diseñador, arquitecto, escultor y profesor. Inventó este cubo para ayudar a sus alumnos a entender el espacio tridimensional, y sin pretenderlo terminó convirtiéndose en uno de los juguetes más vendidos del mundo.
Para simbolizarlo, encontramos esta mini escultura en unas escaleras de bajada frente al Parlamento, en la ribera de Buda.

En un lugar discreto de la Plaza de la Libertad, se encuentra este entrañable personaje que animó la infancia de muchos. Pese a que hubo una época en la que en Budapest era un manjar comer ancas de rana, este pequeño personaje es querido y respetado, tanto es así, que en invierno le suelen poner bufanda y un gorrito para que no pase frío.

En la ecléctica plaza de la libertad, donde lo mismo se encuentra un monumento comunista, que una estatua de Ronald Reagan. Encontramos un pequeño cojín sobre el que reposa un hacha.
Originalmente, Kolodko colocó sobre este cojín un Ushanka, que es uno de esos sombreros típicos rusos con orejeras para cubrirse del frío.
Un miembro del partido de extrema derecha húngaro, arrancó esta pequeña escultura del lugar a hachazos y la arrojó al Danubio.
Kolodko en un giro ingenioso como respuesta, colocó en el mismo lugar otro cojín, pero en esta ocasión sobre el mismo reposaba un hacha. Lo que hizo con el ushanka te lo cuento en la siguiente parada.

A orillas del Danubio, ese ushanka que fue arrojado a sus aguas por un militante extremista, cobra hoy forma de mini escultura, y tras estar tanto tiempo en remojo le han crecido patas de rana.

Encastrado en uno de los muros alrededor del Castillo Vajdahunyad, hay un pequeño y casi imperceptible urinario. Una de las primeras esculturas de esta serie.
Se trata de un tributo a la obra del escultor Marcel Duchamp’s. Quién sabe si también es una crítica a la falta de baños públicos en la zona.

En el parque de la ciudad, cerca del Castillo Vajdahunyad, se ubica la entrañable mini escultura que representa a Béla Lugosi, el actor húngaro nacionalizado estadounidense que dio lugar a la primera representación de Drácula en el cine, en el año 1931.

Una gran estatua del famoso detective Colombo acompañado de un sabueso, sirven de referencia para encontrar a esta desdichada ardilla que parece que ha perdido la vida en extrañas circunstancias. Un arma en su mano y la silueta delineada con tiza parecen indicar que el lugar ha habido un crimen.

Si llegas a Budapest en avión esta no debería escapársete. El compositor húngaro espera con sus piernas y brazos cruzados sentado sobre su maleta. No sabemos muy bien si espera a que salga su vuelo o que llegue el bus a recogerlo. El caso es que desde 2011, conmemorando su 200 cumpleaños, lleva plantado en la parada de bus, a las puertas de la terminal 2A del aeropuerto, que por cierto lleva su nombre.

Cerca del Puente de Las Cadenas. A la vista puede parecer un adorable perrito hecho con “globoflexia”. Sin embargo, el ingenio de Kolodko introdujo varios mensajes en este voluptuoso can. Y es que por un lado es un homenaje al artista kitsch Jeff Koons, y por otro lado un guiño a la polémica Ilona Staller, más conocida como Cicciolina. Una controvertida política, cantante y actriz porno húngara, que tenía la provocadora costumbre de mostrar su busto en público. Este guiño se puede apreciar en que el hueso que custodia el perrito, tiene un par de pezones en los extremos.

Esta heroína de guerra judía se presentó voluntaria durante la Segunda Guerra mundial para saltar en paracaídas sobre la extinta Yugoslavia y asistir a las fuerzas contrarias al nacismo. Después de esta hazaña, siguió luchando contra fascismo previniendo la deportación a campos de concentración entre otras actividades importantes. Finalmente fue atrapada, torturada y ejecutada.

Por muy poco, el puente Megyeri no lleva el nombre de “Chuck Norris”. Y es que en su momento, el Ministerio de Economía y Transporte promovió una votación online para decir el nombre de este puente, y curiosamente una de las opciones era “puente Chuck Norris”. El acontecimiento se internacionalizó y se hizo viral, obteniendo una abrumadora mayoría el nombre de este famoso actor especialista en artes marciales. Sin embargo, las leyes húngaras solo permiten nombres de ciudadanos húngaros fallecidos.
En un guiño a este curioso episodio, Kolodko ubico esta mini estatuilla de Chuck Norris atado y envuelto en cuerdas, en el lado de Pest de este puente.

Tambien atada, se encuentra Lisa Simpson en esta representación de Juana de Arco.

Este par de botas pertenecientes a unas piernas amputadas junto a un monopatín, fue instalada por el artista el 23 de octubre de 2022 junto al museo etnográfico, conmemorando la revolución de 1956 contra el régimen soviético. Revolución durante la cual, la gente de Budapest derribó una estatua de Stalin, siendo sus botas las únicas que resistieron en pié, llegando a llamarse al lugar “La Plaza de las Botas” durante años.
Y el monopatín hace referencia al video juego “Among Us”, ya que el museo, que abrió en 2022 tiene la silueta de una rampa de skate.

Este entrañable gusano narigón es un guiño nostálgico a la infancia de muchos húngaros, que crecieron con la serie “El gran Ho-Ho Angler”, sobre un pescador y su señuelo, que era precisamente este gusano, que ahora se dedica a contemplar el cauce de las aguas del Danubio. Si te topas con él, todavía puedes apreciar incluso el arnés por el que se enganchaba a la caña para atraer a los peces.

Kolodko tiene la habilidad de crear mini esculturas bonitas, entrañables y adorables, que son agradables a la vista y que pueden enternecer a niños y adultos, pero ademas atribuirles significados más profundos y menos inocentes.
Este coche antiguo que parece desafiar a la gravedad a toda velocidad, es un homenaje al escritor judio Jenó Rejtó, autor de cuentos frenéticos y fantásticos. Este coche de catorce quilates forma parte de uno de los más famosos.

Merece la pena acercarse a esta estatuilla en el momento del día en que es iluminada por el sol, y ver así el arcoíris reflejado en su pequeña ventana y que simboliza el final del diluvio.

La nostalgia por esos tiempo se infancia también se refleja en este gracioso conejillo, protagonista de una serie de dibujos animados escrita en los 70.
Este personaje de aspecto tierno mira a través de un catalejo desde lo alto de Buda, cerca de donde se encuentra el funicular.

Esta no tan mini estatua, representa a Putin en un barco de guerra y se ubica en el muelle Moscow, que es el nombre de uno de los dos barcos que atacaron la isla de Las Serpientes. Dejan ver en esta ocasión el artista su procedencia Ukraniana.

Kolodko vuelve a apelar a la nostalgia nacional con esta mini estatua de Kopé, la mascota de la principal cadena de tiendas en los años 80 “Skálá”.
Fue un símbolo del progreso durante la épica socialista.

En una pequeña plazuela en el lado de Buda, hay un grupo de adorables mini estatuas que simbolizan algunas razas húngaras como el Vizsla.




Otra alusión de Kolodko a la ofensiva rusa en Ukrania. Este soldado ruso está apostado en este hueco ante una silla en una despensa. Una representación gráfica que viene a significar: ya tenemos al enemigo en casa.

También mirando al Danubio se encuentra este mini tanque. Un ejemplo de que una pequeña estatua puede tener un poderoso simbolismo. Con su cañón mustio este tanque rechaza la ocupación Rusa con un categórico: “Russian’s go Home!”. Simbolizando la revolución húngara de 1956.

Sobre una boca de incendios de piedra, cerca del legendario New York Café, descansa este buzo con una vetusta llave en su mano izquierda.
Según cuenta, tras la inauguración del Nueva York Café, se tiró la llave al Danubio para que este nunca cerrara sus puertas. Sin embargo este pequeño buzo parece haberlas rescatado de las profundidades del río.

El protagonista de Ratatouille, la famosa película de Pixar, saca su vena grafitera en esta parte del muro junto al río. Homenajeando por un lado al artista Banksy y por otro lado al plato de la cocina húngara “Lecsó”, que comparte ciertos ingredientes con el plato de la cocina francesa “ratatouille”.

Este coche es un símbolo de la guerra fría y puede ser encontrado al final del puente de Santa Margarita en el lado de Buda.

Algo alejada, en Óbuda, reposa este ebrio soldado Romano. Un legionario reclinado junto a una ánfora con vino en las ruinas de la que fue Aquincum, primer asentamiento romano en la cuenca del Danubio.

Este tierno suricato con una mochila, se encuentra en frente de una de las clínicas pediátricas de tratamiento de la diabetes.

El famoso gato de dibujos animados, amante de la lasaña, decora una columna junto a un perro en las inmediaciones de la facultad de veterinaria.

Este místico personaje se encuentra en su característica actitud meditabunda en la entrada de una estación de tren.

Periodista, escritor y activista político. Judío de origen austrohúngaro al que se le atribuye ser el padre del judaísmo moderno.
Posa cerca de la sinagoga y del lugar en el que nació, junto a su bicicleta, en la que al parecer solía desplazarse por la ciudad. De hecho la escultura está inspirada en una foto en blanco y negro, en la que el protagonista aparece posando junto a su bicicleta.

Sobre uno de esos bolardos de piedra en forma de esfera, cerca de La Llama Eterna, un astronauta la recorre como si fuera la superficie lunar a bordo de un Rover.
Los neumáticos que permitieron a este vehículo circular sobre la superficie de la luna fueron una aportación de un ingeniero húngaro.

Se encuentra en la barandilla de uno de los principales recintos de eventos musicales. No se si se puede considerar una mini escultura, ya que no es muy pequeña y ademas tiene prácticamente el tamaño real.

Colgado de la fachada de la embajada Británica y mirando hacia abajo tenemos a Teddy, el osito de peluche de Mr. Bean simbolizando la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).

El Puente de la Libertad solía tener el nombre del gobernante, de hecho, Francisco José de Austria, amartilló el último remache de este puente durante su construcción.
El hecho de que aparezca tumbado en una hamaca se debe a que durante su reconstrucción, el puente permaneció cerrado al tráfico y algunas personas aprovecharon para tender hamacas, tumbarse y relajarse en este punto emblemático de la ciudad.

Otro guiño a la infancia húngara de los años 70, cuando esta adorable cabra bastante patosa, intentaba mejorar sus habilidades en bricolaje sin mucho éxito. Hoy en día se encuentra sujetando un tablón al borde de unas escaleras en la plaza Széll Kálmán.

El autor de la oscura pero célebre obra musical Gloomy Sunday, conocida también como la canción del suicidio húngaro. A esta pieza musical se le atribuye el aumento de suicidios en los años 30.
Sobrevivio a los campos de trabajo de la Segunda Guerra Mundial, trabajó como trapecista, y finalmente aquejado por las lesiones centro su actividad en la composición musical. Deprimido sobrevivió también a un intento de suicidio. Y hoy en día tiene este pequeño pero significativo homenaje en Kispipa Bar, lugar en el que trabajó durante muchos años y en cuya fachada se encuentra esta mini escultura.

Kolodko no da puntada sin hilo. Y en esta mini estatua con un toque humorístico cuenta una historia cargada de significado. Ubicada en Medve acta (calle del oso), aparece el oso Paddington, personaje de un libro de un autor británico, llevado posteriormente a la pantalla y doblado por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Como digo, el oso Paddington se encuentra sentado sobre la barriga del oso Masha (que claramente simboliza a Rusia), y no solo esta encima, clara postura de dominación, sino que lo tiene agarrado “por los huevos”.

Otro adorable personaje de dibujos animados. Colgando de una vasija firmada por el autor, Winnie trata de apurar las últimas gotas de la ansiada miel que tanto le gusta.

La escultura representa a Vuk, un pequeño zorro colgado de una bomba incrustada en la pared. Vuk es un personaje entrañable de la literatura y animación húngara, creado por el escritor István Fekete.

Mapa Global
Por si quieres una visión más genérica o una forma más global de consultar la ubicación de las mini esculutras, aquí te dejo un mapa.
¡Hasta aquí la aventura!
Las mini estatuas de Kolodko son mucho más que pequeños adornos urbanos, son obras de arte y trocitos de historia en miniatura. Son un guiño a la cultura húngara, a la historia europea, esperando a ser descubierta entre las calles y rincones de Budapest.
Encontrarlas todas es un reto apasionante que convierte cualquier paseo en una pequeña aventura. Además, el propio Kolodko sigue colocando nuevas piezas por sorpresa, así que nunca se sabe cuándo puede aparecer la próxima.
Si durante tu recorrido descubres alguna nueva o no tan conocida, no dudes en compartirla, ¡entre todos mantenemos vivo este mapa urbano!
Cada mini escultura es un pequeño secreto a voces que hace de Budapest una ciudad aún más divertida y curiosa para explorar.
No quiero cerrar este post sin agradecer a los autores de los blogs que dejo enlazados a continuación, quienes me han servido de fuente de inspiración y en donde he encontrado gran parte de la información:
Puedes ver el vídeo que hice tratando de buscar algunas durante mi visita a Budapest clicando en el siguiente botón.